miércoles, 24 de febrero de 2010

CAPÍTULO 8. REFLEXIÓN

Me estaba aproximando a mi destino, pocas paradas de esta mi vida en el subsuelo, me separaban de mi vuelta a la realidad.

La cruel y asidua existencia.

Abatido y consumido por la verdad conocida intentaría alborozarme en las memorias.

Analizando lo ocurrido hasta ahora, me lamentaba del laberinto de confusión en el que me había adentrado, pero a su vez, me beneficiaba y deleitaba de mi adquisición de erudición, reparando en haber sido instruido en la sabiduría.

Quien entraba, quien salía de este fascinante, oculto y nigromante vagón, eran aparentes personas normales y tras de ellas, maravillosas, extrañas e inimaginables historias que nada hacían elucubrar poder ser vinculadas.

Pronto abandonaré este lugar, claudicaré mi emplazamiento y no se porqué, tu estarás y perdurarás en él, comenté a mi ya viejo amigo de andanzas.

No, contestó, este no es el objetivo de tu propósito.

Aún te quedan paradas que se tornarán largas y duraderas, perdurarán en el tiempo y desequilibrarán tu efectividad.

Sus ojos tornaron de un gris pardo a un verde alga cuando la luz incidió sobre ellos.

Meció la caja de envejecida madera donde guardaba mi interior, mis entrañas, atada con cordeles de esparto fino y resistente.

Desencadenó la ira en mi alma, mi lucha eterna, mis dulces recuerdos y amargas andanzas.

Mis caras convergieron en una, los extremos se unieron cual metal imantado.

Perdí el equilibrio como pazguato acróbata y sufrí las repercusiones de mi grandeza, en fortísima caída libre.

¿Quién podría procurarse y acaparar mi mirada?.

¿Quién hacer de mis sueños, espejismo?.

¿Qué quimera y ofuscación?.

La utopía ideal, la esperada dríada que controla mis impulsos, que los conoce.

Ilustrada y sabia de mi persona.

¿Cómo es posible tal constancia del medio ajeno y campo de siembra de la lejanía?.

Miles de preguntas anegaban mi razón, sorprendiendo mis principios de cordura, mientras quedaba perplejo de la totalidad de su sublimidad.

Perturbado, imprudente e irreflexivo me transformé, cuanto más analizaba, más deseaba conocer.

Mi guerra, mi batalla, mi contienda natural, se estaba convirtiendo en derrota.

Escultural envoltorio con mejor aroma y sabor.

No podía retomar mi espíritu, quería escapar de su cárcel en la que nació preso.

Ya había asimilado su semblanza y la normalidad le había sido inculcada.

Deseaba darme muerte, extinguirme, perecer entre sus hebras, húmedas y mojadas por la lluvia que en la calle, en el exterior, acontecía.

Sus extensos pensamientos y raciocinios conquistaban la grandeza de su espalda, su perfecta simetría y mi incongruencia.

No me hubiese rendido ante nada, ni el mismo Temujín, podía conseguir que me alejara de mi victoria. Yo era el actual Genghis Khan en donde aconsejado por mi predecesora: "tu única compañía, tu sombra".

¿Un simple atrevimiento y se desmorona mi imperio?.

Yo era el único lobo, el exclusivo, el auténtico, el puro.

Esta vez no pude con mi enemigo, sin saber quien era mi contrincante, caí a sus pies, mordí la tierra y llené mi boca de barro.

No puedo rendirme, no me lo perdonaría, y me destruiré.

Clavaré mi espada en mi pecho para evadir el lamento con más dolor.

Quiero que seas tu, poderosa daga, quien corte mi cuello, que mi sangre emane de él y su color se proyecte en tu vestido blanco.

Verte bañada del rojo de mis venas, con tus manos abriendo mi herida.

Ser lo último que mis pupilas vean antes que el cansancio cierre mis párpados.

Estoy muy cansado, agotado, decrépito, extenuado.

El camino del guerrero es muy poco valorado y tedioso.

Hay quien nace predestinado. Conseguir luchando, recaudar batallando...

Quemando viejos recuerdos en cada aldea conquistada.

Asesinando conocidas venganzas con caras desconocidas.

Viviendo a tu espera, esperando vivir.

Por fin algo hermoso, ser de luz en este opaco y sombrío vagón.

Cuentame su historia leal simpatizante. Necesito escucharla para no sucumbir. Cuentame que no es lo que parece, cuentame...

2 comentarios:

  1. Buen texto este, aunque varías un poco el estilo respecto a los anteriores y es mas compleja. Por ejemplo, la referencia Temujín - Genghis Khan, quizas no todos la entiendan

    ResponderEliminar
  2. Gracias Rafa, por tu análisis.
    Cierto es, lo que dices.
    Es bastante más complejo porque considero este texto una reflexión personal del personaje.
    Las mentes reflexivas siempre son mas complicadas.
    Los demás relatos son eso, relatos, historias contadas por este protagonista.
    Ya era hora que pensará un poco por sí mísmo productivamente. ¿No crees?.

    ResponderEliminar