Cual muelle que ejerce su fuerza en mi espalda, me incorporo rápidamente hasta quedar sentado sobre la cama.
Mis ojos están sorprendentemente abiertos y por fin soy consciente de la realidad que me rodea.
Golpeado por sucesivos relámpagos de recuerdo sumergido en la profundidad, voy tomando conciencia y reactivando mi cerebro.
No puedo moverme con soltura, creo que mi cerebro está dañado, pienso.
Aún no tengo la suficiente capacidad de asumir lo que está pasando, aunque mis ojos se encuentren dirigidos hacia las sujeciones de viejo cuero marrón, que atan mis pies y manos.
¿Soy tan peligroso?, pregunto al vacío de la habitación...
Acaso...¿soy tan peligroso?...me reitero en la pregunta, hacia mi único acompañante, mi yo mismo.
no creo que seas tan peligroso,a veces somos los demas los que hacemos peligrosos a otros
ResponderEliminarEl factor externo es primordial y fundamental en el apoteosico destino de los seres sociales.
ResponderEliminarCómo saber si sos peligroso? En realidad la peligrosidad está en función de lo que podés hacer, qué podés hacer matar? lastimar? física o emocionalmente? Las heridas físicas se curan rapidamente las otras tardan más tiempo y duelen más.
ResponderEliminarSaludos
PAsaba a invitarte a mi blog,espero q te guste,q lo sigas y te sea de la mejor ayuda y apoyo:)Un besote gigante nos estamos leyendo:)Lindo Blog:)
ResponderEliminarYa te encontré me había olvidado que te seguía. Tenés la respuesta a tu pregunta en mi blog.
ResponderEliminarBesitos
Como dicen arriba, el factor externo es muy importante, pero no lo considero primordial. Lo digo por experiencia....
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