miércoles, 15 de septiembre de 2010

CAPÍTULO 21. RESUCITANDO

Me siento levitar, me duele el pecho, podría decirse que mi alma regresa a mi cuerpo sin puerta alguna, a base de golpe...
Mis ojos cual membrana de batracio, me hacen ver borroso.
Miro mis brazos amoratados y conectados a máquinas diversas.
¿Qué está ocurriendo?
¿Qué pasa?, grito sin obtener respuesta.
Estoy sólo y demasiado medicado para moverme, mi cuerpo entra en trance de nuevo...me vuelvo a mi profundidad.